¿Quiénes somos?

 

Somos personas consagradas por Dios para vivir el evangelio de nuestro Señor Jesucristo en obediencia, pobreza y castidad en una comunidad donde todos somos hermanos.

 

Nos llamamos Orden de Hermanos (Frailes) Menores

 

• Orden, porque nos regimos por una regla religiosa (un Ordo) que fue escrita por san Francisco de Asís, en la que se nos dice que la vocación es vivir como Hermanos menores para así dar testimonio, con la vida, del Evangelio que salva.
• Frailes, porque todos somos hermanos y buscamos construir fraternidad sin privilegios.
• Menores, porque buscamos vivir la sencillez, servicio, humildad , alegría, desapropiación y entrega de nuestro Señor Jesucristo.

 

¿Qué hacemos?

 

Nos dedicamos a ser memoria viviente del modo de ser y de actuar de Jesucristo mediante cuatro oficios (cuatro misiones) de cada día:

 

Oración, Testimonio, Vida fraterna, y Apostolado

El primer oficio (la primera misión) el más importante,
la oración en fraternidad.

 

Como nos lo pide la Iglesia, misa, devociones, religiosidad, y particularmente:

 

1. Con la liturgia de las horas
* Tres veces al día
* Algunas veces con el pueblo
* Sin prisas
* Para proclamar las alabanzas del señor

 

El segundo oficio (segunda misión)
El testimonio de vida.

 

Viviendo como hijos de Dios y hermanos de todos.

Tratar a todos los hermanos y personas fraternalmente, con respeto, con justicia, sin discriminación, evitando contiendas, prepotencias, manipulaciones; con humildad, misericordia, sencillez, diálogo.

 

Siendo mensajeros de paz y bien donde estemos, desde los que más sufren.

El tercer oficio (tercera misión):
Construir vida fraterna en comunidad

1. Creando un ambiente de paz, de comunicación y de respeto; evitando hablar mal unos de otros; perdonándonos y ayudándonos caritativamente; cuidando cada uno la salud integral para ser miembros sanos de la fraternidad.

Renunciando al poder, al dinero y al placer egoísta. Siendo libres ante lugares, ideas, costumbres, cosas y personas, para amar sin fronteras.

 

2. Creando una estructura donde dialogamos, tomamos acuerdos, evaluamos, nos corregimos mutuamente, crecemos juntos espiritualmente, nos formamos, nos cuidamos, ponemos los bienes en común, nos servimos humildemente, nos acompañamos.

 

El cuarto oficio (la cuarta misión):   

El apostolado.

El servicio generoso en parroquias, santuarios y rectorías, en misiones, en colegios, en casas de formación, en la promoción humana, en quehaceres domésticos, en la atención a necesitados, en el estudio, en la predicación, entre otros.

 

Seguimos a Jesucristo, el Señor, al modo de san Francisco de Asís.