Los Hermanos Menores, conocidos como Franciscanos, somos una Fraternidad en la cual, siguiendo más de cerca a Jesucristo bajo la acción del Espíritu Santo, nos dedicamos totalmente a Dios sumamente amado, viviendo en la Iglesia el Evangelio según la forma observada y propuesta por san Francisco de Asís.
“La regla y vida de los Hermanos Menores es ésta, a saber, guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, viviendo en obediencia, sin nada propio y en castidad.”
Los Hermanos Menores llevamos una vida radicalmente evangélica, es decir: en espíritu de oración y devoción y en comunión fraterna; dando testimonio de penitencia y minoridad; abrazando en la caridad a todos los hombres, anunciando el Evangelio al mundo entero, predicando con las obras la reconciliación, la paz y la justicia, y mostrando un sentido de respeto hacia la creación.
“Aplíquense, en cambio, en aquello que por encima de todo deben anhelar: tener el Espíritu del Señor y su santa operación, orar continuamente al Señor con un corazón puro, y tener humildad.”
La Provincia de Hermanos Menores de san Pedro y san Pablo de Michoacán abarca los territorios de Chihuahua, Ciudad de México, Guanajuato, Michoacán y Querétaro, en México; y El Paso, Texas, en Estados Unidos.
Discípulos de Francisco de Asís, hermano universal y hombre de diálogo, los Hermanos Menores acogemos a cualquier persona, sin importar su cultura o religión, buscamos construir nuevos puentes y nuevas relaciones de hermandad, reparar y ofrecer nuevos lugares de encuentro, y sobre todo, queremos mostrar con el ejemplo de la ‘fraternidad en misión’ que es posible vivir juntos en el respeto de las diferencias.
En nuestra Provincia nos dedicamos principalmente:
– A la atención pastoral de parroquias, rectorías y santuarios.
– Al acompañamiento de nuestros hermanos tarahumaras y purépechas en algunas parroquias de difícil acceso.
– A la atención espiritual de nuestras hermanas de la Segunda Orden (Clarisas y Concepcionistas) y de los hermanos de la Orden Franciscana Seglar.
– A predicar el Evangelio en algunas instituciones educativas de nivel básico, medio superior y superior.
La Regla de san Francisco es el documento que guía nuestra forma de vida de acuerdo a la espiritualidad que nuestro fundador recibió del Espíritu Santo; es un medio que nos ayuda a alcanzar nuestra meta en la vida: Vivir el santo evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
Las Constituciones son el documento que busca actualizar el contenido de la Regla a través de indicaciones concretas de acuerdo a la realidad en que vivimos.
La Provincia franciscana de Michoacán es una de las Instituciones religiosas más antiguas que aún existen en nuestro país. Tuvo sus orígenes hacia el año de 1525, cuando por primera vez llegaron los frailes franciscanos a la región lacustre de Michoacán, específicamente a la ciudad de Tzintzuntzan, a petición del rey purépecha Calzontzin Tanganxoan.
